sábado, 6 de septiembre de 2008

Segundo trimestre: de la semana13 a la semana 28


Chamberlain dice que a la semana 14 es evidente un ‘repertorio’ de movimientos fetales, algo más espontáneos, y entre los que figuran los respiratorios. También mueve su quijada, y sus manos comienzan a interactuar con otras partes del cuerpo y con el cordón umbilical.A mediados del segundo trimestre aparecen los reflejos de succión y deglución. En la ecografía, es posible ver un feto que aparentemente bosteza: traga líquido para desarrollar sus pulmones y abre mucho la boca.
Algunos estudios demuestran que la acción de tragar aumenta con sabores dulces y disminuye con los amargos. En el líquido amniótico se puede encontrar ácido láctico, pirúvico, urea, creatinina, aminoácidos, sales y proteínas.
A la semana 17, las papilas gustativas cuentan con el desarrollo suficiente para esta distinción. Otras investigaciones demuestran que el feto parece tener olfato. Varios componentes químicos pueden atravesar la placenta y llegar al líquido amniótico, que este consume permanentemente. Algunos componentes de los alimentos que ingiere la madre también lo rodean en su espacio acuoso.
Según Chamberlain, en el líquido existen cerca de 120 olores, captados en análisis científicos de numerosas muestras individuales. Si la madre prende un cigarrillo, el feto responde de forma negativa y cuando bebe café, registra cambios en sus movimientos respiratorios y latido cardíaco. El ginecoobstetra y perinatólogo Marco Duque opina que el sabor del líquido no sería tolerable para un adulto. Su olor lo compara con el cloro.
Movimientos: a la semana 15, los ruidos fuertes lo pueden alterar un poco. Algunos fetos se chupan el dedo y practican movimientos de inhalación y exhalación. A finales de esta semana, responde a la risa, tos, estornudo y otros movimientos de la madre.
Ultrasonidos muestran erecciones fetales a la semana 16, especialmente cuando el bebé chupa su dedo, insinuando que es posible que experimente placer a través de la autoestimulación. Además, le da hipo y orina cada 40 a 45 minutos, aproximadamente, sustancia que constituye gran parte del líquido amniótico.
A las 18 semanas se mantiene ocupado flexionando brazos y piernas, movimientos que la gestante comienza a percibir con mayor frecuencia a partir de ahora.
El feto continúa imitando lo que será la respiración en el ambiente extrauterino, con su pecho moviéndose hacia arriba y hacia abajo, tomando líquido amniótico para practicar.
Según Duque, algunas sustancias pueden incidir en el movimiento grueso del bebé y es posible que abra una mano o mueva un brazo como respuesta. Algunas cargas de glucosa, obtenidas de los alimentos que ingiere la gestante, que van por vía sanguínea y pasan de la madre al feto a través de la placenta, lograrían este efecto.
“Comer hielo o cosas frías puede cambiar la temperatura del medio que rodea al feto”, indica el especialista. La sangre de la madre sufre una ligera variación y a partir de la semana 24, cuando el feto ha desarrollado corpúsculos en la piel y tiene sensibilidad táctil frente a este tipo de cambio, es posible que reaccione.